“La imagen que tienes de ti, no tiene por qué ser la totalidad de lo que eres”
La imagen interna comprende 3 conceptos muy importantes: El concepto que tienes de ti mismo, autoestima y autoimagen, ya que están intrínsecamente ligados.
Cuando te esfuerzas en crear una imagen externa de impacto teniendo en cuenta sólo a la moda, la tendencia o el entorno, corres el riesgo de dejar al margen, justo lo más importante: tú mismo. Entonces no estarás satisfecho con la realidad que te rodea y dependiente a ser “lo que se supone que tienes que ser”.
Con ello puedes caer en la superficialidad, incluso hasta perder la perspectiva sobre quién eres en realidad, ya que es una línea muy delgada al estar disfrazando tu verdadero yo.
Cada quién tiene su propia perspectiva de las cosas, aun cuando estemos en la misma circunstancia.
El verdadero poder en este sentido consiste en conectar tu imagen interna con la externa. Debes saber que tu cuerpo tarde o temprano proyectará cómo estás desde tu interior.
Te mencionaremos algunos tips para crear una imagen positiva de ti y cómo potenciarla:
Tómate tu tiempo y espacio:
Busca un espacio adecuado para que puedas estar en paz, que estés cómod@ y puedas relajarte, lo ideal es que sea en un mismo horario para que se convierta en un hábito de encuentro contigo, en el cual debes tener apertura de reflexión, volteando a ver lo que realmente deseas para ti y que te reconozcas tal cual eres.
Mantente relajad@ y atent@:
La idea es que estés relajad@ y atent@, que te concentres en tu respiración, realizando inhalaciones y exhalaciones profundas logrando esa conexión y fluidez, de esta forma en automático extraerás información de valor para ti, teniendo una percepción más clara.
Es importante que mantengas tu ritmo en la respiración, logrando que llegue hasta tu abdomen, te sentirás más cerca de tu interior. Puedes tomar notas de lo que se venga a tu mente que te parezca relevante.
Permite que tu imagen sea tu mejor recurso:
Estás en el momento de mirar tu potencial, visualiza todo aquello que desees cambiar, incluyendo lo que no aceptas o no te agrada de ti, se dice que es la parte de la “sombra”. Activa todos tus canales: visual, auditivo y kinestésico, observando desde todos los ángulos a detalle dándole una forma, escuchando lo que percibes desde tu voz interna, además de experimentar las sensaciones que llegan a ti. En ese instante puedes preguntarte todo lo que responda a lo que realmente deseas.
Ejemplos:
¿Esto es lo que realmente quiero para mí?, ¿Qué propósito tiene esta situación para mí?, ¿Para qué quiero cambiar esto que me impide crecer?, ¿Cómo puedo mejorar y convertirlo a mi favor?, etc.
Ya que tengas las respuestas de lo que te hayas cuestionado, modifica la imagen con todos los aspectos que te den plenitud, con un escenario más favorable para ti que te potencialice y haga sentir más positiv@, con ello lograrás influir desde tu interior a ese cambio trascendental en ti.
Cuando te sientas list@ incorpórate a tu aquí y ahora.
Al seguir estos tips, habrás creado tu propia realidad sin la influencia del exterior y utilizando tu sistema neuronal a otro nivel, y si persistes te sentirás más motivad@ y verás como tu realidad externa empata con lo que proyectas desde tu interior.